MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE, DE
VUESTO PADRE DIOS YAHVÉ, EL PADRE DE MI HIJO JESUCRISTO, REY DE REYES Y SEÑOR
DE SEÑORES Y DE TODA LA HUMANIDAD
29 DE SEPTIEMBRE DE 2015
HORA: LA
QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
“OH MIS PEQUEÑOS HIJITOS, VUESTRO
PADRE DIOS YAHVÉ OS HABLA SOBRE LOS DIVORCIADOS, VUELTOS A CASAR”
Oh
pequeños hijitos de mi Corazón Paternal, Yo, vuestro Padre Dios Yahvé me dirijo
con muchos amor y misericordia a todos mis hijitos en el mundo y hasta donde puedan hacer llegar mis Santos Mensajes
de advertencia y de preparación para todos vosotros en este final de los
tiempos.
Oh
pequeños hijitos, Yo, vuestro Padre Dios Yahvé vengo nuevamente a recordarles y
a decirles que de todo lo que les hemos anunciado, ya todo está sobre cada uno
de vosotros; para unos mas, y para otros menos, pero para todos hay, hay,
hay. Si no se han preparado dignamente
como mi Hijo Jesucristo y mi hija María y Madre vuestra les han estado
enseñando y advirtiendo de todo cuanto está aconteciendo en el mundo entero y
que las noticias de cada país no dicen lo que acontece en otros países porque ya
no alcanzan sino a cubrir a medias lo que acontece dentro de cada uno de
vuestros países. Para Mí, vuestro Dios,
no es estarles diciendo lo mismo como muchos lo piensan, sino que debo de estar
recordándoles los mismo de ayer, de hoy y de mañana, para que en el último
momento que les haya tocado a vosotros, me agradecerán de habérselos recordado.
A
Mí, vuestro Padre Dios Yahvé, el Padre de Mi Hijo Jesucristo, me encanta
hablarles todos los días explicándoles punto por punto y coma por coma la
verdad de la Santa Palabra de Dios para los que no la entendéis, pero debo
dejar que pasen los días para que lo anunciado por boca de los profetas en el
mundo entero se vaya desarrollando; una a una las profecías ya anunciadas desde
el Antiguo y Nuevo Testamento.
Oh
pequeños corazoncitos, Yo, vuestro Padre Dios Yahvé, me sigo manifestando a
todos vosotros hasta que Mi Santa
Voluntad diga: “No mas”, y les digo ya
todo está dicho. Ahí les dejo lo que les
decimos para que lo vivan cada uno como persona, y en el lugar que cada uno
esté.
Ya
muchos que están viviendo lo que les hemos anunciado, me están llamando a
gritos y me dicen: “Padre Dios, donde
estás, ven en nuestra ayuda”. Pero es
necesario que lo vivan porque me escucharon y no obedecieron, mas bien, cuando
les dije que algo horrible les iba a suceder no creyeron, se burlaron y se
rieron y dijeron que siempre decían lo mismo y que no pasaba nada, que tanto
guardar velas benditas, ya el calor se las derritió, que esto era una tontería
lo que estaban diciendo.
Pero
como Yo, vuestro Padre Dios Yahvé los amo, se los sigo recordando, ya que no
los quiero perder. Muchos dicen,
especialmente los del clero que todo lo que está relacionado en la Palabra de
Dios ya pasó en la antigüedad de los primeros Apóstoles, desde Noé que le dije
en Génesis 6:13-14: “Dijo
pues, Dios a Noé: He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está
llena de violencias por culpa de ellos.
Por eso, he aquí, que voy a exterminarlos de la tierra. Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de cañizo y la calafateas por
dentro y por fuera con betún”.
Y
ya ven mis niños que él fue el primero en obediencia Conmigo, y cumplió todo,
tal como se lo dije y fue salvo él y su familia. Y como les repito nuevamente, ya todo lo
anunciado está en marcha en todo el mundo.
A los míos que creen como mi hijo Noé, les daré una gracia especial para
que continúen hasta el final, sin mirar hacia atrás, sin retroceder, siempre
con paso firme hacia delante con una fe bien cimentada y puesta a prueba en todo
lo que les anuncié que sucedería, hasta lo último del final.
Oh
pequeños hijitos de vuestro Padre Dios Yahvé, de todo lo creado, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, de ayer, de hoy y de mañana, también les recuerdo en Éxodo
3:13-15: “Contestó Moisés a Dios:
<<Si voy a los israelitas y les digo: “El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros”, cuando me pregunten: “¿Cual es su nombre?”, ¿Qué les
responderé?>>. Dijo Dios a Moisés:
<<Yo soy el que soy.>> Y
añadió: <<Así dirás a los israelitas:
“Yo soy” me ha enviado a vosotros>>. Siguió Dios diciendo a Moisés: <<Así
dirás a los israelitas: Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham,
el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré
invocado de generación en generación>>.
Mirad
mis dulces niños, ¿para vosotros que quiere decir de generación en
generación?. Es que para Mí, nada ni
nadie podrá quitar o añadir algo a mi Santo Nombre que es por siempre y para
siempre. Así como les dejé mis
Mandamientos, que son mandatos y leyes divinas, que cada uno, como mi Hijo,
debe cumplir sin quitar o añadir algo.
A
todos los hijos de Dios que soy Yo, les digo que todos los que se han casado
por la Iglesia Católica Apostólica y Romana, por un Sacerdote ordenado dentro
de mi Iglesia Católica; estos hijos míos Yo los reconozco ante Mí, ante mi Hijo
Jesucristo y ante el Espíritu Santo, porque me prometieron fidelidad en las
buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe, ya que lo que Yo,
vuestro Padre Dios Yahvé, uní, el hombre no lo puede separar, porque Yo Soy el
que Soy de generación en generación.
Y
si una pareja de esposos ya casados y
por circunstancias propias se separan y sin que hayan quedado viudos, se
vuelven a casar con otra o con otro, este segundo matrimonio no es válido ante
mi Santa Presencia, la de mi Hijo Jesucristo ni la del Espíritu Santo. No lo apruebo, así sea que los case el papa,
un cardenal, un obispo o un sacerdote y mucho menos un seminarista que aunque
sea diácono, aún no es ordenado por mi Hijo para administrar los Sacramentos
dignamente. Y si alguien de sus familias
que conserva las tradiciones de la Iglesia Católica y es respetuoso de los
Mandamientos y los Sacramentos, participa en estos segundos matrimonios, ellos
están aportando para que mis leyes y mandatos sean abolidos por el hombre. Y estas parejas que se casaron por segunda
vez sin el cumplimiento de la Ley Mía, seguirán como si contravinieran el sexto
Mandamiento que es “no fornicar”, y además estarán en adulterio; Estarán pecando por recibir mi Sacratísimo
Cuerpo y Sangre 7 veces 70 veces 7 y se estarán comiendo y bebiendo su propia
condenación, sin que nada ni nadie los pueda ayudar, trayendo desgracias para
sus familias, para los sacerdotes, obispos y cardenales y para el mismo papa
que cambió mis leyes, acomodándolas al amaño y al gusto del hombre y del
pecado.
En
Levítico 18:1-4, les dejé normas acerca de la unión conyugal: “Habló Yahvé a Moisés, diciendo: Habla
a los israelitas , y diles: Yo soy
Yahvé, vuestro Dios. No hagáis como se
hace en la tierra de Egipto, donde habéis habitado, ni hagáis como se hace en
la tierra de Canaán a donde os llevo; no debéis seguir sus costumbres. Cumplid mis normas y guardad mis preceptos,
caminando según ellos. Yo soy Yahvé,
vuestro Dios”.
En
el Evangelio de San Mateo 19:1-6, sobre la indisolubilidad del matrimonio,
dice: “Y sucedió que, cuando
acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al
otro lado del Jordán. Le siguió mucha
gente, y los curó allí. Y se le
acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: <<¿Puede
uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?>>. El respondió: ¿No habéis leído que el
Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: “Por eso
dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se
harán una sola carne?. De manera que ya
no son dos, sino una sola carne. Pues
bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre”.
Y
cuando digo el hombre, es desde el papa, el cardenal, el obispo y el sacerdote
o el laico. Lo digo Yo, que Soy el Soy.
En
el Evangelio según San Marcos 10:6-12: “Pero
desde el comienzo de la creación, El los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su
madre, y los dos se harán una sola carne.
De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el
hombre”. Y ya en casa, los discípulos le
volvían a preguntar sobre esto. El les
dijo: “Quien repudie a su mujer y se
case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y
se casa con otro, comete adulterio”.
En
el Evangelio de San Lucas 16:18: “Todo
el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se
casa con una repudiada por su marido, comete adulterio”
Y
así tan claramente les digo mis hijitos que continuéis leyendo estas otras
citas que son de mucha importancia:
1 Epístola a
los Corintios 7:1-19: “Ustedes me han escrito sobre varios puntos:
es algo excelente que un hombre no toque mujer alguna.
Pero no ignoren las exigencias del
sexo; por eso, que cada hombre tenga su esposa y cada mujer su marido.
El marido cumpla con sus deberes de
esposo y lo mismo la esposa.
La esposa no dispone de su cuerpo,
sino el marido. Igualmente el marido no dispone de su cuerpo, sino la esposa.
No se nieguen ese derecho el uno al
otro, a no ser que lo decidan juntos, y por cierto tiempo, con el fin de
dedicarse más a la oración. Después vuelvan a estar juntos, no sea que caigan
en las trampas de Satanás por no saberse dominar.
Lo que les digo es a modo de consejo,
no estoy dando órdenes.
Me gustaría que todos fueran como yo;
pero cada uno recibe de Dios su propia gracia, unos de una manera y otros de
otra.
A los solteros y a las viudas les digo
que estaría bien que se quedaran como yo.
Pero si no logran contenerse, que se
casen, pues más vale casarse que estar quemándose por dentro.
En cuanto a los casados, les doy esta
orden, que no es mía sino del Señor: que la mujer no se separe de su marido.
Y si se ha separado de él, que no se
vuelva a casar o que haga las paces con su marido. Y que tampoco el marido
despida a su mujer.
A los demás les digo, como cosa mía y
no del Señor: si algún hermano tiene una esposa que no es creyente, pero acepta
vivir con él, que no la despida.
Del mismo modo, si una mujer tiene un
esposo que no es creyente, pero acepta vivir con ella, que no se divorcie.
Pues el esposo no creyente es
santificado mediante su esposa, y la esposa no creyente es santificada mediante
su marido cristiano. De no ser así, también sus hijos estarían lejos de Dios,
mientras que en realidad ya han sido consagrados.
Si el esposo o la esposa no creyente
se quiere separar, que se separe. En este caso el esposo o la esposa creyente
no están esclavizados, pues el Señor nos ha llamado a vivir en paz.
¿Estás segura tú, mujer, de que vas a
salvar a tu esposo? ¿Y tú, marido, estás seguro de que podrás salvar a tu
esposa?
Fuera de este caso, que cada uno siga
en la condición en que lo puso el Señor, en la situación en que lo encontró la
llamada de Dios. Esta es la regla que doy en todas las Iglesias.
¿Estabas circuncidado cuando fuiste
llamado? No lo disimules. ¿No eras judío? No debes circuncidarte por el hecho
de haber sido llamado.
Porque lo que importa no es el haber
sido circuncidado o no, sino el observar los mandamientos de Dios.
1 Epístola de San Pedro 3:1-7: “Igualmente ustedes, mujeres, obedezcan a
sus maridos. Si alguno de ellos se opone a la Palabra, será ganado por la
conducta de sus mujeres mejor que por discursos, pues les bastará ver su modo
de ser responsable y sin reproche.
No se preocupen tanto por lucir
peinados rebuscados, collares de oro y vestidos lujosos, todas cosas
exteriores, sino que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que
no se pierde, es decir, un espíritu suave y tranquilo. Eso sí que es muy
precioso ante Dios.
De ese modo se adornaban en otros
tiempos las santas mujeres que esperaban en Dios y obedecían a sus maridos.
Así obedecía Sara a Abrahán, al que
llamaba su señor. Ustedes serán hijas de Sara si obran el bien sin tener miedo
a nada.
Y ustedes, maridos, sean a su vez
comprensivos en la vida en común. Sabiendo que sus compañeras son seres más
delicados, y que ambos comparten la gracia que lleva a la vida, eviten las
amenazas. Este será un buen medio para que Dios escuche lo que ustedes le
pidan.
Oh
pequeños niños de vuestro Padre Dios Yahvé, Yo Soy el que Soy, y por esto es
que debo hablarles así tan claramente, ya que si a vosotros les da miedo de
hablar la verdad y los motivos por lo cuales podéis perecer, les digo hijitos
míos que Yo Soy el que Soy, no conozco el miedo y les debo de advertir que por
estos caminos equivocados no podrán seguir y hasta animando a los que son gays
y lesbianas creyendo que si se aman se pueden unir en matrimonio y adoptar
niños. Oh que horror para estos mis
niños adoptados por estos depravados sexuales, lo que les espera.
Y
si vosotros –algunos líderes de mi Iglesia y líderes del gobierno- aprobáis estas aberraciones, puede ser que
también les gusta, ya que lo aprueban a nivel humano por el hombre. Yo el que Soy, les he dicho desde la
destrucción de Sodoma y Gomorra que al reino de los cielos no entran los
homosexuales; los gays, las lesbianas, las prostitutas, los ladrones, los
asesinos, los abortistas, los brujos, los hechiceros, los adúlteros, los
fornicarios y otros muchos mas; no entrarán al reino de los cielos; Pero si se arrepienten de todo corazón, les
derramaré Mi gran Misericordia del perdón;
pero no me vayan a salir que por amor van a entrar tan fácil al cielo,
tienen que enmendar con contrición de corazón y propósito de enmienda, y
confesión de boca, que no volverán a pecar, para que sean purificados con
dolor, vuestras faltas de haber pecado.
Mirad
mis niños que tan claro les habla vuestro Padre Dios Yahvé, el que Yo Soy;
ayer, hoy y siempre.
Les
digo para recordarles que ya estáis en los momentos que desde la antigüedad les
habíamos advertido que iban a suceder estas cosas, y que ya están sucediendo en
todas partes del mundo entero; con los fenómenos en el cielo y en la
tierra. Y si es que todavía no creéis,
esperadme un poquito para que les toque a vosotros mismos y lo comprobéis personalmente.
Para
terminar mi Santo Mensaje, les dejo esta otra cita bíblica:
Josué
1:6: “Se valiente y firme, porque tu vas a dar a este pueblo
la posesión del país que juré dar a tus padres.
Se, pues, valiente y muy firme, teniendo cuidado de cumplir toda la Ley
que te dio mi siervo Moisés. No te
apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito
dondequiera que vayas. No se aparte el
libro de esta Ley de tus labios: medítalo día y noche; así procurarás obrar en
todo conforme a lo que en él está escrito, y tendrás suerte y éxito en tus
empresas. ¿No te he mandado que seas
valiente y firme? No tengas miedo ni te
acobardes, porque Yahvé tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”.
Tu
amado Padre Dios Yahvé, el que Yo Soy, ayer, hoy y siempre. + Bendiciones. +Bendiciones.
+Bendiciones. Amén. Amén. Amén.
Instrumento
anónimo.
Medellín,
Colombia
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